Mucho se han escandalizado en Palacio por el calificativo
que apareció en “The Economist” en el que se refieren a Piñera como un político
inepto, esto revela que, al igual que en Chile su “excelencia” no ha dado ni
dará buena impresión. Las encuestas lo
reflejan.
La soberbia y la ceguera no les dejan ver el bosque, sus “grandes
triunfos” en materia macro económica son algo que se viene arrastrando desde
hace años y no es completamente un triunfo del gobierno actual, es de lo cual
se preocupó a fondo la concertación en sus 20 años de gobierno y vaya que lo
hicieron bien: profundizaron y administraron el sistema tal cual lo dejó
establecido el dictador. A todas luces el problema de la actual administración
es que ya no les queda nada nuevo por hacer, excepto claro está, hacer trizas
el sistema de protección social.
En materia micro económica, que es la que nos afecta y
nos interesa a quienes vivimos de un sueldo o una pensión miserable que a duras
penas nos permite mal comer y mal vestirnos, estamos peor…ni hablar de la
educación y salud de calidad a las que no tenemos acceso.
Se han empeñado en destruir la salud estatal, entregando
grandes beneficios a la salud privada, lo que ha traído como consecuencia la
falta de insumos y medicamentos para los usuarios de los hospitales, se ha
negado el derecho de medicación a las mujeres que padecen cáncer de mamas entre
otras dolencias, cabe preguntarse ¿cuánto vale la vida de un ciudadano pobre?
Mientras todo esto ocurre, entre programas basura, noticiarios
que desinforman en la televisión y la genuflexión al sistema de los diarios
afines, se han aprobado alzas de los aportes del estado a las actividades de
los senadores por dos millones de pesos, hecho que atenta contra la dignidad de quienes deben
vivir con un sueldo que no alcanza a los doscientos mil y que, cada vez que se
discute el aumento del sueldo mínimo, viene la escandalera de los honorables:
de que no, de que no se puede, de que atentaría contra el empleo… y al final
priman los intereses empresariales y a seguir comiendo excretas, a ver si
alcanza para todos.
La forma en que se han referido a nuestro excelentísimo
se define, según la RAE como: “ no apto ni a propósito para algo; necio,
incapaz” …¿alguien podría dudarlo?, obviamente que quienes se han beneficiado
de las medidas tomadas por el gobierno lo ponen en duda, pero quienes
componemos la gran mayoría no lo ponemos en duda ni por un minuto. Los tan
cacareados triunfos económicos no nos favorecen en lo absoluto, pero
calificativos más o calificativos menos, vemos con preocupación que en lo que
queda de gobierno se seguirá privatizando lo que se le escapó a los gobiernos
anteriores y que, ni el dictador se atrevió a echarle mano.
La necedad no sólo ha hecho presa de los gobernantes, sino
de quienes pretenden volver a gobernarnos sin cambiar ni su discurso ni sus
propuestas, el poder les ha nublado el seso y hoy los vemos enfrascados en
luchas por un cupo en alguna candidatura en las próximas elecciones
municipales: los codazos y patadas en los tobillos han traído, entre otras
consecuencias, renuncias a los partidos, descalificaciones y, lo que es peor, nos
indican que de sus fracasos no han aprendido nada.
Seguramente en algunos meses les podremos ver, a los
flamantes candidatos, tocando nuestras humildes puertas con la ineptitud que
refleja que para hablar y gobernar hay que tener mucho cuidado.
Andrea Dufournel
Temuco.
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