Jason Suder, periodista que trabaja para ‘The Santiago Times’, denunció en una columna en The Huffington Post la injustificada represión de fue objeto por Carabineros de Chile, quienes lo detuvieron por captar evidencias de su “brutalidad” en medio de una protesta, en la marcha el jueves pasado en apoyo al movimiento social de Aysén. Los pormenores de su experiencia los relata en una columna denominada “Cómo ser arrestado en Chile sin violar la ley”.
En su publicación, titulada “Cómo ser arrestado en Chile sin violar la ley”, Suder comenta que durante una manifestación realizada el pasado jueves en Santiago en apoyo al movimiento de Aysén, y mientras fotografiaba el violento arresto de un joven llamado Juan Balcazar, fue detenido por Carabineros sin haber cometido ninguna acción en contra de la ley.
“Carabineros hace todo lo posible para evitar que haya evidencia de esto”, expresó al tiempo en que contaba que el Subteniente O. Sepúlveda trató de frenar su acción con empujones y golpes. El hombre continuó registrando las imágenes pese a las agresiones, no obstante, al rato los efectivos optaron por detenerlo.
“En un país que intenta mejorar sus libertades de prensa, yo obedecí la ley. No hice nada malo. No hice nada ilegal. En Chile, está permitido que tomes fotos libremente en los espacios públicos, (sin embargo) mis gritos de ‘¡Prensa internacional!, ¡Prensa internacional!’ no lograron protegerme. Este ‘gringo’ tenía que irse”, añadió.
Una vez que se bajó del vehículo de los policías en la Tercera Comisaría de Santiago Centro, en el que además se trasladaba Balcazar, llamó a su editor en ‘The Santiago Times’, quien ya estaba al tanto del hecho y en conversaciones con abogados para sacarlo de esta situación. Acto seguido, comentó que tuvo que ponerse manos arriba contra la pared junto a otras 6 personas, tras lo cual los policías revisaron sus credenciales.
Una vez que se comprobó su identidad, Suder fue derivado a una celda bajo la atenta mirada de Carabineros, y se sentó junto a un grupo de detenidos que le hablaba del sistema educacional, Aysén y Pearl Jam.
Al poco rato los efectivos lo llamaron y, mientras mantenía su cámara colgada al cuello, le solicitaron ver las fotos que había tomado: “una forma educada de pedirme ver su brutalidad policial y borrar la evidencia. Les dije que no tenía las fotos”. Al cabo de unos minutos -en que lo llamaron “mentiroso”- desistieron y nuevamente lo llevaron a la celda. Suder, no obstante, ya había guardado las tarjetas de memoria con el material en uno de sus calcetines, con ayuda de un detenido mientras se desplazaban en el vehículo policial.
Tras dos horas de nerviosismo, incluso alcanzó a elaborar un dibujo de su lugar de detención, el cual guardaría a modo de “souvenir” y para que le recordara esta historia en el futuro. Al reverso, agregó notas sobre el comportamiento agresivo y confuso de Carabineros. Sin embargo, cuando se le permitió retirarse del lugar el comandante pidió ver su cuaderno y, tras hallar el bosquejo, le espetó que sólo un “terrorista” podría haber dibujado un diagrama como ese y que, seguramente, estaba planeando un ataque al recinto. Luego, arrancó la hoja y lo dirigió a la salida de la comisaría.
En este contexto Suder denunció que en nuestro país, que cayó 42 puestos en el ránking 2011-2012 de ‘Reporteros sin Fronteras’ respecto de la libertad de la prensa, la policía lanza gases y apunta a los periodistas con “cañones de agua, duchándolos con productos químicos”.
“Sin importar cuán pacíficas comiencen las protestas, las Fuerzas Especiales arriban en sus vehículos blindados y trajes de ‘Tortugas Ninja’, provocando una violenta respuesta de los encapuchados, o vándalos enmascarados”, señaló el reportero.
“La seguridad pública debe ser asegurada, pero debe existir un balance para su ejecución. Aunque la línea esté entre el hecho de mantener el orden y oprimir a las personas, es aparente que Carabineros inclina abiertamente la balanza con su excesiva fuerza”, añadió.
Finalmente, expresó categóricamente que “tras 23 años de tomar decisiones estúpidas y hacer travesuras a lo largo de Estados Unidos, me detuvieron por obedecer la ley en un país extranjero (…) Sólo estaba siendo una persona moral y un periodista con conciencia. Si documentar la brutalidad de la policía es suficiente como para aprehender a una persona, quizás el país no ha avanzado mucho desde los años dictatoriales, como hubiesen querido”.
Fuente: The Huffingtonpost
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