viernes, 30 de septiembre de 2011

Presupuesto de Educación: El Gobierno Apostó al Bluff

Escrito por Francisco Herreros    

A través de cadena nacional, en el contexto del anuncio del proyecto de Presupuesto Nacional, que  ingresa hoy al Congreso, el Presidente Sebastián Piñera señaló que la partida de Educación alcanza los 11 mil 650 millones de dólares, incluido un Fondo para financiar la reforma a la enseñanza superior de de cuatro mil millones de dólares. Con su habitual grandilocuencia, dijo que se trataba del "presupuesto en educación más grande de la historia del país". Pero no dijo que esa oferta elude el tema de fondo, la gratuidad de la educación, y que gran parte de los recursos adicionales comprometidos, terminarán como siempre, en los bolsillos de los sostenedores.
Uno de los anuncios más esperados se refería a la partida de Educación que considera un Fondo para financiar la "reforma" a la enseñanza superior de 4 mil millones de dólares:
"Durante los últimos meses, el país entero ha manifestado su firme compromiso con una profunda y urgente reforma a nuestro sistema educacional. Es, sin duda, una causa noble y hermosa y está en el corazón de las prioridades de nuestro Gobierno.
El Presupuesto de Educación del 2012 significa un gran salto adelante para mejorar la calidad, el acceso y el financiamiento de la educación en todos sus niveles y para todos nuestros niños y jóvenes, y con  un especial énfasis en el fortalecimiento de la educación pública y la transparencia y buen uso de los recursos del Estado.
Considera recursos por 11.650 millones de dólares, lo que significa un crecimiento de 7,2%, y absorbe más del 25% del crecimiento total del gasto público, y representa el presupuesto de educación más grande de nuestra historia.
A nivel preescolar, estamos aumentando sustancialmente la cobertura y garantizando el acceso a todos los niños de hogares vulnerables, para corregir así las desigualdades lo más cerca posible de la cuna.
A nivel escolar, aumentaremos en un 21% la subvención escolar preferencial para los niños vulnerables, pero también para los de clase media necesitada, y extenderemos este beneficio hasta octavo básico.
Estamos también mejorando la calidad de nuestros profesores y directores de escuela a través de la Beca Vocación de Profesor, la modernización del Estatuto Docente y el mejoramiento de las metodologías y contenidos de la enseñanza.
También seguiremos avanzando en informar y comprometer a los padres con los resultados de la enseñanza de sus hijos, y a los hijos con su propia educación y su propio futuro.
A nivel de educación superior, nuestro compromiso es fuerte y claro: avanzar con decisión y coraje hacia un sistema que garantice a todos, y a nivel constitucional, una educación de calidad. Que asegure también a los más vulnerables y a la clase media emergente, a través de un buen sistema de becas, una educación gratuita, y que establezca sistemas de financiamiento con condiciones justas y adecuadas, de forma tal que nunca más, ningún joven con mérito y voluntad quede fuera de la educación superior por falta de recursos y que nunca más ninguna familia vea transformado el sueño de un hijo profesional, en una verdadera pesadilla, por la mochila de deudas que muchas veces acumulan.
Estos nobles y ambiciosos objetivos requerirán un enorme compromiso de toda la sociedad, pero también un inmenso esfuerzo de mayores recursos.
Para ello, y cumpliendo con nuestro compromiso, el Proyecto de Ley de Presupuesto crea un Fondo de Educación, con 4.000 millones de dólares, para complementar los presupuestos normales de la educación y para asegurar los recursos que financiarán esta histórica reforma".
Pero la letra chica vino con las precisiones formuladas por el Ministro de hacienda, Felipe Larraín.
Dijo esperar que el movimiento estudiantil quede satisfecho con los recursos comprometidos, pero precisó que el erario está pensado para suplir las necesidades de toda la población. O sea, de entrada, y de manera oblícua, reconocó que las demandas del movimiento estudiatil no serían satisfechas:
“Esperamos tener una buena recepción, pero estamos claros que no hay ningún proceso presupuestario que sea simple. Estamos preparados, pero contamos con la buena voluntad y con la colaboración, porque más allá de las legítimas diferencias aquí estamos haciendo algo por Chile.
Cuando me preguntan si los estudiantes irán a quedar contentos con esto, esperamos que sí, pero más importante es que esto se hizo pensando en todos los chilenos y no sólo en determinados grupos por importantes que sean”. .
En lo medular, el Ministro de Hacienda descartó de manera tajante la gratuidad de la educación:
"Tenemos que ser realistas: no puede haber educación gratis para todos, no es justo; además no tenemos los recursos, no podemos tener educación gratuita parta todos. En el tema de educación gratis tenemos que dirigirnos a los que tienen menos, y aquí el 40% más pobre y el 20% que sigue son los sectores a los que estamos enfocados. Nadie piensa que nosotros podamos solucionar en un año un problema que lleva décadas en Chile”.
Típica argumentación neoliberal para evadir los temas de fondo. En primer lugar, Larraín actúa con la característica prepotencia del patrón de fundo que está en el ADN de la derecha, olvidando que ellos no son dueños de Chile, sino apenas meros representantes.
Si hay una demanda ciudadana masiva, como la gratuidad de la educación, la derecha está obligada a considerarla. Por lo demás es un tema técnico, y no ideológico. Para la gratuidad de la educación, basta eliminar el sistema de subsidios a la demanda, vouchers o subvenciones, vale decir, terminar con los intermediarios o sostenedores, y que el Estado fianancie directamente el sistema, para obtener el resultado, con el mismo gasto. O sea, que el Ministro Larraín no venga a emborrachar la perdiz con eso de la focalización en los sectores más vulnerables y desposeídos.
Segundo, con este gobierno no se sabe a quién creerle. Minutos después de terminada la reunión con el movimiento por la educación pública, el Ministro Bulnes señaló que el debate por la gratuidad “va a significar tratar todos los temas que convenimos con los propios estudiantes".
Pero el doble juego del gobierno emerge en toda su claridad, cuando el Ministro de Hacienda desglosa las partidas:
Colegios: Dijo que se contempla “un aumento de la subvención escolar preferencial que aumenta 20% de primero a cuarto Básico y eso son muchos recursos. El ítem más importante es la  subvención escolar”.
En otras palabras, el ítem más importante de la reforma va al lucro privado. Se entiende entonces, la facilidad con que un gobierno neoliberal anuncia alegremente incrementos presupuestarios, con recursos públicos. Por si el Ministro no ha entendido, lo que el movimiento estudiantil exige es el fin del sistema de subvenciones, y que el Estado financie, con esos mismos recursos, un sistema de educación público y de calidad.  
Titulados y deudores: sobre este punto, adelantó: “estamos dispuestos a reprogramar o dar facilidades a los morosos que son más de 130 mil, hay una ley que está en el Congreso y también están provisionados los recursos”.
Por cierto, omitió la otra cara de la medalla: la necesidad de endeudarse para pagar la educación. eso nunca había sucedido hasta que llegaron los neoliberales a "modernizar" la educación, en tiempos de la dictadura. .  
Crédito con Aval del Estado: en este crucial tema, resaltó la reducción de la tasa de interés del 6 al 2% en el CAE.
Primero, eso no saca a la banca del sistema de financiamiento universitario, como exigen los estudiantes. Segundo, nada dice de la sobreganancia ya embolsada por la banca, a pretexto de financiar la educación. Aún con tasa cero, el sólo aval del Estado hace que para la banca sea un estupendo negocio incursionar en la educación. Y tercero, y principal, esa rebaja en la tasa de interés no modifica en absoluto la distorsión existente en el hecho de que los futuros profesionales tengan que destinar entre el 10 y el 20% de su ingreso durante quince a veinte años, para financiar su educación, lo que por cierto constituye una discriminación en favor de aquellos estudiantes cuyos padres han podido pagarla sin deuda  
Becas y Créditos: dijo sobre este punto: “vamos a incluir recursos también para aumentar las becas, vamos a decir ´becas garantizadas` para los estudiantes del 40% más pobre de país y para el 20% siguiente becas y créditos”.
Argumento tautológico, porque en un esquema de gratuidad de la educación, el sistema de becas y créditos es por completo innecesario y redundante.
Universidades estatales: sobre el financiamiento de las universidades estatales dijo que habrá “aportes adicionales”, y no un aumento del presupuesto basal, como solicita el movimiento estudiantil.
En otras palabras, si esa es la posición que llevará el Gobierno a la mesa de diálogo, se puede anticipar desde ya su fracaso, porque continuará el diálogo de sordos prevaleciente hasta ahora, con argumentos que no llegan a tocarse.
Después de cinco meses de conflicto, parece que el Gobierno aún no entiende la propuesta de la contraparte: gratuidad de la educación financiada a) con aumento de la tributación progresiva, vale decir, no sólo que paguen más los que tienen más, sino que tan solo bastaría con eliminar la maraña de franquicias y ventajas tributarias que permite que el sector de la gran empresa simplemente no tribute, y b) aumento sustantivo de la tributación por la explotación de nuestros recursos naturales, que por si el Gobierno lo olvida, son de todos los chilenos.
Y esto no significa en modo alguno, el fin de la "libertad de educación" tan cara al ideario neoliberal.
Nadie se opone a que empresarios privados instalen colegios, centros de formación técnica o universidades, y cobren lo que estimen que vale el "servicio". Pero que lo hagan con su dinero, y no con recursos que deben utilizarse para asegurar la  gratuidad de la educación del 70% o más de los alumnos que no pueden pagar la educación privada.  
Esa y no otra es la forma de igualar oportunidades a través de la educación.
Basta ya con las tretas, trampas y subterfugios del discurso neoliberal. 
Fuente:diarioreddigital

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