jueves, 3 de noviembre de 2011

Jaime Gajardo en Cuatro Respuestas




Escrito por José Luis Córdova   
El presidente del Colegio de Profesores es permanente objeto de ataques orquestados desde el gobierno y del que se hacen parte otros sectores. Afirman que Jaime Gajardo nunca ha hecho clases, que no quiere ser evaluado, que es sostenedor y recuerdan cuando motejó de “sionista” al ministro del Interior. Quisimos despejar estas incógnitas con el propio dirigente. Estas son sus respuestas.
 -¿Es cierto que nunca ha sido evaluado?
“Efectivamente nunca me he evaluado porque trabajé largos años en el sistema municipal. Partí el 80 y hasta el 93 o 94, sólo en colegios particulares subvencionados. Con el avenimiento de la democracia logré instalarme en lo municipal y trabajé hasta el 2000 en ese ámbito, en colegios de Santiago centro, en el Darío Salas, el INBA, el Instituto Nacional hasta el año 2003
Después entré de nuevo al área privada en la Técnica A 20, en Catedral con Matucana, que también es privada. En esos años comenzó a implementarse la evaluación que en el sector privado no corre. Hasta el 2007 trabajé en ese establecimiento. Cuando gané la Presidencia del Colegio de Profesores, yo tenía pocas horas, partí con 30 y hacía 12 hasta que asumí como tesorero y después el director me las colocó en la noche, los días sábado. Trataba de ayudarme, pero era imposible seguir por el cargo que tengo. Habría hecho un daño a los alumnos porque no podía asumir las horas de clases.
La evaluación docente va a cumplir 8 años, es una ley que debe ser cumplida y es así como el 98,3% de los profesores ya se ha evaluado una vez a lo menos y más de la mitad dos veces porque se hace cada cuatro años. Estamos en pleno proceso de evaluación y nadie puede decir que no se quiere evaluar porque es una ley.
Lo que nosotros hemos reclamado es que ese instrumento hay que perfeccionarlo porque tiene fallas y hay que evaluar ese proceso y ver lo que sea perfectible. Deben hacerse cambios, estudiar cada modalidad de enseñanza y debe insertarse en una carrera funcionaria. Pero no es que nos opongamos a una evaluación docente.
Una carrera profesional significa condiciones de ingreso, desarrollo, que se consideren varias áreas, que se tome en cuenta la antigüedad, el perfeccionamiento, el estudio, la capacitación y oportunidades para un cargo horizontal o superior.
Cuando el gobierno habla de carrera profesional, se refiere a una cosa competitiva.  En este proceso de evaluación hay muchos maestros que han sido bien calificados, destacados, sin embargo a fin de año los despiden igual. ¿Por qué? Porque están a plazo fijo. Los sostenedores los pueden readecuar, quitar horas, sacar o trasladar. Ahí un colegio está prescindiendo de un buen elemento calificado por razones de otro tipo”.
-Qué responde a la imputación de que nunca ha hecho clases?
“Como señalé en la pregunta anterior, empecé a trabajar en el año 80, pero las primeras experiencias no fueron muy motivadoras porque reemplazaba a un profesor que recibía su sueldo y me pagaba a mí la diferencia, pero finalmente se fue. Ese era un trabajo duro en la escuela Galvarino durante dos meses, además, fue gratis.
Ese período coincidió que estaba comenzando la municipalización, ya no había opción para entrar a escuelas fiscales. Yo me inscribí por si ocurría algo, pero ya era muy difícil. Entonces entré a trabajar a un colegio particular subvencionado, es decir, de aquellos colegios de los sostenedores privados que no permiten ningún tipo de organización, hay mucho abuso laboral y eso hizo que fuera dura la primera etapa del trabajo.
Llegué al extremo que hacía 30 horas semanales por la mañana y 30 horas en la tarde. Durante tres o cuatro años trabajé de esa forma porque con una jornada uno no alcanzaba para vivir.  
Las primeras experiencias fuertes de trabajo las tuve en San Joaquín, en Valdovinos con Santa Rosa, una escuela que estaba en formación. En la semana llegué a trabajar hasta con mil alumnos, todos distintos. Echo de menos el aula y no tendría ningún problema en volver a hacer clases. Me gusta y considero que es una cualidad.
Nuestro período al frente del Colegio de Profesores termina el año 2013 y por estatutos nuestras elecciones son cada tres años. Salí electo el 2007 y el año pasado fui reelecto por otro período. En noviembre del 2013 termina mi período, así que tengo todavía para rato”.
-¿Es cierto que es sostenedor, o ha sido socio de quienes los son?
“La acusación de que soy un sostenedor o que busqué una renta complementaria es una gran mentira, una infamia, una falsedad que se construyó y que no tiene ningún efecto en el profesorado. Desde el año 80 que soy dirigente, me conoce medio mundo a nivel gremial entonces se matan de la risa.
Donde sí tiene efecto es en la opinión pública, donde me tratan de desacreditar. Crearon la idea de que “este hombre tiene colegios ¿por qué habla del lucro?”. Sobre eso, está claro: desacreditar, desgastar, desmovilizar a la gente y todo eso.
Voy a entregar un solo antecedente. Hay un joven de 15 años que cuando conoció este dato fue al ministerio y hoy día, en virtud de la ley de transparencia están obligados a entregar información. La pidió y ahí dice, con timbre del Ministerio de Educación, bajo firma del organismo responsable que Jaime Gajardo no es dueño de nada, no tiene propiedad de nada, no está asociado con nadie, ni cónyuge, ni cosa por el estilo”.
-A propósito de sus dichos sobre el Ministro del Interior, se lo criticó de antisemistismo...
“Creo que lo dije bien, lo que pasa es que lo interpretaron de una forma e instalaron otra idea política. Son capaces de convencer a la gente, de distorsionar la realidad para instalar una idea, para causar daño.
¿Qué fue lo que dije ese día? Fue en la evaluación de la jornada de manifestación que había sido particularmente muy dura. Primero, yo me acerco al lugar y los carabineros realizaban registros de todos los participantes, jóvenes, adultos, de sus mochilas, a unos los tenían tirados en el piso.
Nos acercamos más hacia la Plaza Italia y había un despliegue policial desproporcionado, guanacos, zorrillos, camiones, barreras de carabineros, vallas papales, carabineros a caballo en fila. Seguimos avanzando y el lugar estaba con anillos de barreras hasta la estatua de Baquedano.
Miré todo ese cuadro dantesco que me impactó y como he visto muchos documentales sobre la lucha del pueblo palestino y el apartheid, me vino esa asociación, y dije: Esto me recuerda el sionismo. Eso fue lo que dije.
Ellos me cuelgan que yo me tiré contra el pueblo israelita, contra los judíos, que soy antisemita y todo eso. Mejor debiera haber usado la palabra pinochetismo porque el sionismo –no todo el mundo sabe- es una expresión reaccionaria que incluso ha sido condenada por Naciones Unidas por prácticas reñidas con la moral, la ética y los derechos humanos.
Cité y condené al sionismo y lo voy a hacer en todo momento, porque es una práctica condenable, como el nazismo, como el pinochetismo, que van contra el respeto al ser humano. De ahí a que hagan intervenir al embajador de Israel, que Girardi vaya a solidarizar con Hinzpeter, fue un montaje y un despropósito que buscaba enlodar al movimiento y desprestigiar a sus dirigentes.
Sirvió para mostrar la verdadera actitud que tiene la autoridad con el movimiento educacional, que es la búsqueda permanente de descalificar, desmoralizar, que la gente no siga apoyando las movilizaciones. Con el pasar de los meses, quedan claros los métodos que ocupa el ministro del Interior para combatir a este movimiento”.
Fuente:diarioreddigital.cl

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