En relación a la notificación que obliga a los estudiantes de la Universidad de Chile al desalojo inmediato de los campus clínicos del servicio de salud metropolitano oriente, correspondiente a los Hospitales Salvador, Luis Tisné, Tórax y al Instituto de Neurocirugía, como Consejo de Estudiantes de la Salud declaramos:
Nuestro máximo rechazo a la notificación citada, pues constituye una medida violenta, arbitraria y abrupta. La que incluso fue informada por la prensa a la comunidad universitaria faltando gravemente al respeto y comunicación mínima que debe primar entre las autoridades de los centros de salud, los estudiantes, docentes y funcionarios de las universidades que mantienen una relación docente-asistencial.
Nuestro total apoyo a los estudiantes de pre y post grado de las distintas carreras de la salud de la sede oriente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile que hoy ven amenazada la continuidad de su formación clínica en estos centros, desconociendo el gran compromiso e importante papel que juegan estos estudiantes para con el funcionamiento de los servicios y la dedicada atención a los pacientes que allí se atienden. Desde ya como Consejo de Estudiantes de la Salud de la Universidad de Chile nos declaramos movilizados por buscar una solución al problema inmediato que presentan nuestros compañeros, conjuntamente con abordar el problema de fondo que da pie a los numerosos conflictos que se presentan a la hora de tratar la relación entre universidades, carreras de la salud y sus campus clínicos.
Actualmente esta relación se rige por la norma 18, la que determina los parámetros para licitar convenios docentes-asistenciales, dejando abierta la posibilidad de cobrar a las universidades para que sus estudiantes puedan realizar sus prácticas en los centros asistenciales. Esto conjugado a la escasa responsabilidad que existe por parte del Estado en términos del financiamiento a la salud pública obliga -así como se ve en las universidades y lo ha dejado manifiesto el movimiento estudiantil actual- a entrar en lógicas de autofinanciamiento, abriéndose al mercado y la competencia por recursos. Así es como la salud y la educación se transforma en mercancías, y la vinculación que se genera entre universidades y centros clínicos, se traduce finalmente en la compra-venta de pacientes al mejor postor.
Frente a esto creemos que, ante esta indignante situación, en primer lugar el Estado debe responsabilizarse de los derechos más básicos de la población, tomando un rol activo en garantizar la salud y educación para el pueblo. Por otra parte, debe existir una estrecha relación entre las universidades del estado y los servicios de salud pública, garantizando la formación de profesionales en los centros de salud que atienden a un sector importante de la población de condiciones socioeconómicas bajas, de esta manera es posible potenciar un real compromiso de la educación y la salud pública con las verdaderas necesidades de la sociedad chilena.
Finalmente, rechazamos enfáticamente tanto la desvinculación de los hospitales del servicio de salud metropolitano oriente de nuestra casa de estudios, como también las lógicas que sustentan estas medidas y que pueden llevar a situaciones similares en el futuro.
Nos negamos a la posibilidad de que se oferte la salud y la educación,
Que se vendan los títulos y los pacientes.
¡Defenderemos los derechos de nuestro pueblo que este modelo niega!
Consejo de Estudiantes de la Salud, 9 de septiembre 2011
Fuente:fech.cl
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