Los “profundos” motivos de la derecha para llamar a las fuerzas armadas a tomarse el poder por la fuerza de las armas y justificar los crímenes de lesa humanidad cometidos en Chile, fue la “defensa de la patria”. Había que exterminar el cáncer marxista con fuerza…con brutalidad. Los asesinados y torturados fueron un invento del “marxismo internacional” y por último, decían: si fuese verdad, “algo habrán hecho”.
La patria llena de símbolos, como la bandera, el escudo nacional, la soberanía territorial, el baile nacional: “la cueca”, el bestial “deporte” preferido del huaso latifundista: el rodeo, y así… el amor a la patria se rodea de símbolos exacerbados que de tanto enaltecerlos los han transformado en fetiches. ¡ Ay de quien mencione la idea de entregar acceso a un trozo de mar a Bolivia!. Se le pone el título de “vende patria”.
Muchos hacen gárgaras con el patriotismo y su amor incondicional al país, los vemos izando enormes banderas chilenas en plazas y edificios públicos, nos llaman a seguir su ejemplo de defensores de nuestra soberanía frente a las “agresiones” de nuestros vecinos, porque claro, dicen que tuvimos la mala suerte de estar ubicados en un muy mal vecindario y quienes se ubican a nuestro lado no son de “lo mejorcito”. Aún creen, que somos los ingleses de Latinoamérica, los jaguares, en fin, delirios de grandeza que nos hace mirar a todos los inmigrantes con desprecio, salvo, claro está, que sea europeo o de cabello claro u ojos de color.
Curiosamente quienes no aceptan discutir sobre la legitimidad de la lucha por democratizar nuestra “democracia” son y han sido quienes han entregado al mejor postor las principales riquezas, que son de todos los chilenos, como lo son el cobre, entre otras bendiciones que nos dio la madre naturaleza. Han despojado, y lo siguen haciendo, a su tan querido Chile de sus principales riquezas al mejor postor, invitan a las transnacionales a invertir con plenas garantías de que no serán importunados con impuestos ridículos, pueden llevarse toda nuestra riqueza con royalty irrisorios. Han vendido el agua, la electricidad, la empresa de correos, de telefonía a empresarios extranjeros, en una suerte de nueva colonización, generando con esto, tarifas usureras que manejan como monopolios. Pretenden privatizar la salud y todo lo que pueda tener valor en el mercado, estrujando así la economía familiar del pueblo.
Nos quieren convencer de que sus intenciones son las de administrar de la mejor forma los recursos disponibles para subir la calidad de vida de “todos” los chilenos, cuando vemos que, cada día, nuestro poder adquisitivo se reduce a la mínima expresión, haciéndonos prisioneros del crédito y la usura, cuando se ha gobernado sólo para favorecer sus intereses y de quienes estén dispuestos a invertir con la sola condición de abusar con leyes laborales que no favorecen a los trabajadores y con una verdadera subvención estatal a la mano de obra, fijando cada año un sueldo mínimo paupérrimo.
Esto es demagogia en su máxima expresión; como cuando Piñera ha dicho frente a una sala prácticamente vacía en las Naciones Unidas, elogiando el movimiento estudiantil: “los estudiantes han salido a las calles por una causa noble, grande y hermosa”, mientras se les reprime bestialmente.
El “amor a la patria” o el patrioterismo de nuestra exclusiva clase política y de nuestra oligarquía criolla, nos llevan derechamente al despeñadero. La lucha estudiantil, de trabajadores y de todos los sectores sociales, nos da la esperanza de que podamos rescatar nuestra dignidad recuperando lo que nos pertenece.
Andrea Dufournel
Temuco.
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