Por Paula Figari Rojas
General Douglas Frazer, comandante del Comando Sur (derecha), en su visita a Chile. FOTO: Mauricio Díaz. El Ciudadano. |
El subsecretario de Defensa, Oscar Izurieta, firmó el pasado viernes 2 de septiembre, un acuerdo de cooperación con el Comando Sur de Estados Unidos, en la ocasión, el general Douglas Frazer, Comandante de dicha división y General de la Fuerza Áerea estadounidense, condecoró a cinco militares chilenos por sus servicios prestados tanto en Haití como en su país.
La división de las Fuerzas Armadas estadounidenses, que dirige Frazer, está encargada de “controlar la estabilidad política de Sudamérica por medio de la instalación de bases estratégicas en los países del sur y la instrucción militar de sus soldados en la ex Escuela de Las Américas –centro de formación castrense en la ciudad de Georgia, Estados Unidos, conocida por formar torturadores y golpistas que han derrocado varios gobiernos del continente, entre estos el de Salvador Allende en 1973 y el de Honduras en 2009-.
El “acuerdo de adquisición y/o intercambio de suministros y servicios recíprocos”, que refuerza las relaciones de Chile con el Comando Sur bajo el primer gobierno de derecha desde la salida del dictador Augusto Pinochet, permite el despliegue de tropas estadounidenses en suelo nacional, “si el ejército chileno se viera sobrepasado por alguna situación de emergencia”, según informó Javier Briones, del área de comunicaciones del Estado Mayor Conjunto de Chile.
Según indica en el portal web del Comando Sur, el general Frazer, “el acuerdo es una célula de coordinación militar que no será permanente, pero tendrá protocolos de activación –que no han sido informados al a ciudadanía- ante eventuales desastres naturales o cuando el Gobierno solicite ayuda internacional que incluya componentes militares”.
El acuerdo se enmarca en el desarrollo de la III Conferencia de Defensa de Sudamérica (Southdec) a la que asistieron los jefes de comandos conjuntos y jefes de estados mayores de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay, Estados Unidos y Canadá. En la cita, presidida por el ministro de Defensa chileno, Andrés Allamand, se levantó la iniciativa de crear un catálogo sudamericano de la capacidad armamentista y efectividad de las Fuerzas Armadas de cada país. En otras palabras, la idea es saber cuánto se demoraría cada gobierno en desplazar sus insumos y tropas ante una operación transnacional.
Luego de la firma del acuerdo, Frazer condecoró a oficiales chilenos del Ejército y la Fuerza Aérea por sus servicios prestados en Haití. Entre ellos, al general de División Ricardo Toro Tassara, condecorado con la medalla al mérito por su desempeño como 2° Jefe de las Fuerzas de Naciones Unidas en Haití, y al general de Brigada Aérea (A) Maximiliano Larraechea Loeser, distinguido con la legión al mérito por servicios prestados como Agregado Aéreo en Estados Unidos. Además, por su participación en el Seminario de Gestión de Ejércitos del Pacífico del año pasado, el coronel Roberto Moreno Dueñas y los comandantes Patricio Mericq Guela y Jorge León Gould, también fueron condecorados por el estadounidense.
El Comando Sur protege los intereses del gobierno de los Estados Unidos en su área de responsabilidad –de México hacia el sur- implementando programas y políticas para militarizar el continente bajo el pretexto de hacer frente al narcotráfico y al terrorismo. En Colombia, un acuerdo firmado en 2009, permitió que tropas y aeronaves de guerra se instalaran en siete bases militares del país, como parte del aseguramiento estratégico de los Estados Unidos en el hemisferio suramericano.
El último movimiento conocido del Comando Sur, fue el golpe de Estado al gobierno de Manuel Zelaya en Honduras en 2009: El entonces presidente, secuestrado por militares subversivos, fue trasladado en un avión que aterrizó en la base militar estadounidense de Palmerola, en el departamento de Comayagua, al centro de Honduras, para luego volver a despegar rumbo a Costa Rica, donde finalmente el mandatario fue exiliado. El hecho fue admitido por el Comandante Douglas Frazer.
En esta misma base, el gobierno de Washington apoyó la contra revolución nicaragüense y entrenó a los grupos paramilitares para desestabilizar el gobierno sandinista que derrocó la dictadura de la familia Somoza en 1978.
EL BRAZO IDEOLÓGICO DEL COMANDO SUR
La Escuela de Las Américas, lugar al que llegaban a instruirse soldados de toda Latinoamérica en técnicas de tortura y amedrentamiento contra la población potencialmente subversiva, cambió de nombre en 2001 ante la presión internacional. La nueva denominación, Instituto del Hemisferio Occidental para la Cooperación de Seguridad, siguió adoctrinando en función de la hegemonía política de Estados Unidos.
En 2008, cuando Argentina, Venezuela y Uruguay ya habían cesado la transferencia de militares a dicha escuela, Chile envió 195 soldados de las Fuerzas Armadas. Al día de hoy, el Ministerio de Defensa mantiene el pronunciamiento de los gobiernos de la Concertación.
El acuerdo firmado el viernes entre el Ministerio de Defensa chileno y el Comando Sur, sugiere que militares formados en la Escuela de las Américas podrían intervenir en operaciones internas como un plan de contingencia luego de un terremoto. La intervención militar en estas situaciones, sólo con militares chilenos, no ha terminado bien para la población civil. Basta recordar que durante el estado de sitio decretado después del 27 de febrero de 2010, fue asesinado en Hualpén, Daniel Riquelme, hecho por el cual hay cinco infantes de marina procesados.
Pablo Ruiz, representante del Equipo Latinoamericano de School of the Americas Watch (SOA Watch, Observatorio de la Escuela de las Américas), organización internacional con sede en Washington que denuncia las actividades de la Escuela de las Américas y exige su clausura inmediata, declaró que “es poco oportuno que las Fuerzas Armadas chilenas, y menos las del Ejército de los Estados Unidos, ayuden en temas de emergencias porque, por su formación, ellos están preparados para la guerra”.
El vocero recordó que “hay muchas otras malas experiencias que prueban que cuando se usa a militares en conflictos internos, estos terminan asesinando a civiles” -como en Irak-, homicidios que quedan además en la impunidad, porque Estados Unidos no ha aceptado a la Corte Penal Internacional, cuya misión es juzgar los crímenes de guerra, genocidio y de lesa humanidad.
Ante la firma del acuerdo, Ruiz fue enfático en señalar que el Observatorio Escuela de las Américas rechaza cualquier acuerdo con el Comando Sur que implique una mayor militarización del continente: “La situación es grave… pediremos información al Gobierno, porque ellos (el Comando Sur) formaron soldados que tantas violaciones a los derechos humanos causaron en Chile”.
Manuel Contreras, conocido como el ‘Mam0′ ex jefe de la Dirección Nacional de Inteligencia (Dina) de la dictadura de Pinochet, condenado por el asesinato del general Carlos Prats y creador de la Operación Cóndor, que consistió en la coordinación de las cúpulas de las dictaduras del Cono Sur para detener, torturar y asesinar a opositores del orden instaurado, se formó en la Escuela de las Américas. En julio de 2010 declaró públicamente, desde la prisión militar donde cumple sus condenas, que se sentía orgulloso de su trabajo al frente de dicho organismo militar.
El próximo 9 de octubre, diversas organizaciones sociales estadounidenses contra la militarización de América Latina y el Caribe, incluyendo a SOA Watch, marcharán hacia el frontis de la nueva sede del Comando Sur en Miami, Florida, para expresar su repudio a las prácticas intervencionistas de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos y por el cierre inmediato de la Escuela de las Américas.
Fuente:elciudadno.cl
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