jueves, 11 de agosto de 2011

Prestigiosa revista británica The Economist sentencia: Estudiantes podrían haber dañado a Piñera para siempre.


 Analiza las protestas, la baja en la encuestas del Mandatario y los "cacerolazos"
El artículo titulado "Queremos el mundo. Una prueba de fuerza entre los estudiantes y el gobierno", comienza describiendo una noche de cacerolazos en Santiago, puntualizando que es una forma de protesta que "se escuchó por última vez bajo la dictadura del general Pinochet".

El prestigioso semanario británico "The Economist" dedicó un nuevo artículo a la crisis educacional en Chile, a los orígenes del problema y a la repercusión que puede tener en el gobierno de Sebastián Piñera.

El texto titulado "Queremos el mundo. Una prueba de fuerza entre los estudiantes y el gobierno", comienza describiendo una noche de cacerolazos en Santiago, puntualizando que es una forma de protesta que "se escuchó por última vez bajo la dictadura del general Pinochet".

"The Economist" señala que el sistema escolar de Chile es "el menos malo" de América Latina, de acuerdo a las pruebas PISA de la OCDE, que compara los logros educativos entre los países. Pero también sostiene que "eso no significa que sea bueno" y que "el rendimiento general oculta grandes disparidades".

De hecho, recuerda que Chile ocupa el lugar 64 entre los 65 países a los cuales se les midió la variación de sus resultados según clase social. En ese punto, afirma que "los alumnos ricos obtienen una buena educación privada, mientras los pobres están condenados a un financiamiento insuficiente en las escuelas fundadas por el Estado".

El análisis es apoyado con una opinión del coordinador nacional de Educación 2020, Mario Waissbluth.

Posteriormente menciona los anuncios que ha hecho el Gobierno para tratar de mejorar la situación como la inyección de más recursos, aumento de becas y los liceos de excelencia.

Y luego pone el acento en las protestas que han proliferado en los últimos días, pese a la prohibición del gobierno para marchar.

En ese último aspecto sostiene que el movimiento estudiantil parece tener la opinión pública de su lado y recuerda el 26% de aprobación que alcanzó el Presidente en la última encuesta CEP, "el más bajo de cualquier presidente desde que Chile recuperó la democracia en 1990".

Finalmente afirma que es poco probable que los estudiantes logren cumplir todas sus demandas. "Sin embargo, han dañado el señor Piñera, quizás permanentemente", concluye.
fuente:cambio21

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