La Ley Maldita o Ley de Defensa Permanente de la Democracia fue creada bajo el gobierno de Gabriel González Videla, en 1948 y tenía por finalidad la proscripción del Partido Comunista y un sinfín de restricciones a las libertades sindicales, civiles y de prensa. Se sancionaban, además, todas las reuniones o actos que interrumpieran el normal desarrollo de las actividades productivas (limitación del derecho de huelga). También sancionaba a quienes cooperaran o efectuaran actos contrarios a la misma. Fue derogada en 1958.
Al parecer el sueño de la derecha fascista, que hoy gobierna, es el reflote de esta ley y han enviado al parlamento una que le reemplaza; es el proyecto de ley que tipifica delitos contra el orden público: esto implica que quienes se manifiesten por medio de “tomas” u ocupación de edificios universitarios, colegios, oficinas públicas con la finalidad de hacerse escuchar por la autoridad, estarán infringiendo la ley y podrían ser castigados con penas de cárcel.
Quienes protesten en las calles e impidan el libre desplazamiento de los vehículos correrán la misma suerte. Eso es no entender absolutamente nada de lo que está ocurriendo en Chile. Las palabras de Piñera fueron: “los chilenos necesitan una sociedad con mayor seguridad, más tranquilidad, el gobierno tiene la obligación de hacer todo lo que esté a su alcance para lograr que los chilenos puedan vivir con mayor paz y tranquilidad. Queremos ver a las madres tomar las manos de sus hijos por cariño y no por temor a los asaltos; que las mujeres salgan a buscar a sus maridos porque los quieren, y no por temor a que los asalten en el camino a sus casas, como ocurre con tanta frecuencia”…
Rodrigo Hinzpeter, remediar?. Lo que es aún peor, pone a los estudiantes al mismo nivel que los delincuentes. ¿Así pretenden que los jóvenes sigan sentados en su “mesa de diálogo”?. ¿es que el gobierno con menos popularidad de la historia (22% de aceptación) pretende captar la simpatía de los chilenos con leyes punitivas en vez de solucionar los innumerables problemas que tenemos los chilenos y , que con su inoperancia no han sido capaces de
La criminalización de los movimientos sociales son la estrategia preferida de quienes están en el gobierno y que fueron cómplices de una dictadura oprobiosa que aún no han sido capaces de mostrar un poco de honestidad, obligando a los asesinos que aún pululan por las calles a decir dónde están los detenidos desaparecidos. ¿Esta es la excelencia de la cual se han ufanado criminalizando a nuestros jóvenes?. Este proyecto, derroche de talento, tiene en su esencia la mano dictatorial de quienes pretenden conseguir la paz de los cementerios. Lo que el pueblo requiere es un gobierno que entienda lo que necesitan sus habitantes, no un gobierno que esté preocupado de asegurarle los negocios a quienes pretenden, con recursos del Estado, engordar sus billeteras.
El compromiso con la oligarquía les hace dar luz verde a cuanto proyecto atente contra la naturaleza, luz verde para contaminar el aire, los ríos, autorizando a particulares para quedarse con las semillas chilenas y plantar cultivos transgénicos, apoderarse de los fondos previsionales e invertirlos en la bolsa haciendo perder dinero a los trabajadores, abusando con los cobros de cuentas usureras de agua y luz… deberían crear leyes que prohíban estos abusos para evitar que nos roben a todos los chilenos … ¿ese es el amor que le tienen al país y a sus habitantes?. Al país lo ven como un negocio y a sus habitantes como peones a los cuales hay que reprimir cuando pretenden rebelarse frente a las injusticias, para eso tienen a su servicio a la policía militarizada.
En definitiva, lo que este esperpento de ley pretende es limitar el derecho a manifestarse libremente, propio de un gobierno autoritario que no está dispuesto a perder sus granjerías por unos “inútiles subversivos” que pretenden educación gratis, laica y de calidad para todos, viviendas y salud dignas…a la cárcel con ellos…problema resuelto.
Andrea Dufournel
Temuco.
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