domingo, 26 de diciembre de 2010

Navidad herida...



ELSON CONCEPCIÓN PÉREZ
Periodista cubano y analista de temas internacionales. Forma parte de la redacción del diario Granma.


En Belén, Cisjordania ocupada, el Patriarca latino de Jerusalén, Fuad Twal, manifestó con motivo de la Navidad que espera que "el tañido de las campanas de nuestras iglesias cubra el ruido de las armas en nuestro Oriente Medio herido".
Twal es la más alta autoridad católica en la Tierra Santa y en su misa mostró el deseo de que "Jerusalén se convierta no solo en la capital de ambas naciones (israelí y palestina), sino también en modelo para el mundo entero de buen entendimiento y coexistencia entre las tres religiones monoteístas".
Muy cercano, en la Franja de Gaza, asediada y agredida más de una vez por la furia militar israelí, el reporte navideño señala que una pastora palestina de 22 años, Salama Abu Asís, murió la víspera de un disparo en la espalda y otros tres civiles, entre ellos un niño, fueron heridos en igual ataque israelí.
Se trata de la Palestina real, la que vive otra Navidad. Donde impera la ignominia y el genocidio por parte de un gobierno israelí que se siente apoyado por la mayor potencia militar del planeta.

Y también por estos días, la administración norteamericana decidió "no exigir más a Israel que deje de construir asentamientos judíos en tierra palestina ocupada", y dar nuevas ayudas de miles de millones de dólares para que Tel Aviv reciba del Pentágono modernos aviones y otros medios de guerra. Todo esto, a cambio de que Israel vuelva a la mesa de negociaciones, por supuesto, las que se celebran por iniciativa de Washington.
Pero hay más en la Navidad palestina; la xenofobia se alienta dentro de la sociedad israelí, donde ministros y dirigentes de partidos de extrema derecha expresan públicamente que "los árabes y los inmigrantes africanos amenazan la identidad judía".
La fecha, de celebraciones y recuentos, no puede olvidar que Israel acaba de aprobar proyectos para construir 13 000 viviendas en los asentamientos en Cisjordania y Jerusalén Este.
Todas son noticias que contrastan en fecha con la divulgada desde esa propia región, donde en un opulento hotel de Abu Dhabi, en los Emiratos Árabes Unidos, se acaba de instalar un enorme árbol de Navidad a un costo de 11 millones de dólares. Tiene 13 metros y está engalanado con 131 ornamentos de oro y piedras preciosas como diamantes y zafiros.
Es la otra Navidad, la que desconoce la población palestina.

Fuente: www.grama.cu

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